¿Por qué practicar Judo?

Autores de reconocido prestigio como Villamón, M; Brousse, M. (1999) indican que el judo y en menor medida las demás actividades físicas de lucha, realzan los componentes éticos al colocar en una posición central el respeto a las personas y a los lugares de práctica(…)así como obstaculizan los comportamientos impulsivos y la violencia. Espartero, J. y Cols. (2002) en “ El judo como práctica de autodefensa en en Educación Física: una aproximación a sus contenidos básicos” añaden que asimismo en caso de ser agredido de una manera efectiva, proporciona también equilibrio en el terreno psicológico manteniendo la calma y la capacidad de raciocinio en todo momento, impidiendo la aplicación de técnicas no proporcionales al ataque sufrido.

Atendiendo a lo expuesto, Kano (1989) comenta que el judo sería la vía que conduce a una vida equilibrada, utilizando una forma de educación física y mental basada en una disciplina de combate sin armas. El principio de este combate es la no-resistencia: ceder a la fuerza del adversario para desequilibrarle y controlarle con el mínimo esfuerzo. No obstante esta definición hace referencia a los dos principios fundamentales del Judo: SEI RIOKU ZEN YO ( máximo de eficacia con el mínimo esfuerzo) y JITA KIOEI (prosperidad y beneficios mutuos).

Por tanto, la enseñanza de este deporte adquirida con la práctica, contribuye de manera muy solida al aprendizaje de los principios de la ciudadanía. Lo cual es un pretexto perfecto para incluirlo en el ámbito escolar ya que es un deporte luctatorio donde el agarre está siempre presente de forma obligada entre los combatientes. Esta característica hace que la distancia entre oponente y adversario sea muy reducida lo que facilita el control de la situación entre ambos, diferenciándolo de otros deportes de lucha donde la finalidad es el golpeo o el ataque con un arma, las distancias son mayores y solo tiene el control el atacante.

Otro aspecto por el cual se debe incluir en tal ámbito es el manifestado de nuevo por Villamón, M; Brousse, M. (1999), donde explican que las relaciones de oposición son algo frecuente y habitual en los niños desde la edad infantil, las cuales se manifiestan a menudo al entablar peleas de carácter más simbólico que real o agresivo con sus familiares y amigos. Se puede aprovechar esta inclinación natural para proponerles una actividad educativa enriquecedora y favorecer esta necesidad lúdica del niño por la lucha, de manera que además le aporte unos conocimientos conceptuales, procedimentales y actitudinales contribuyendo al desarrollo integral de su personalidad.

Según Macarro Moreno, J. (2003), “Judo una propuesta para la E.S.O”. En estas edades se producen grandes cambios corporales. Se producen aumentos morfológicos de crecimiento en altura, mayor en miembros que en el tronco, y también hay un aumento paralelo de masa y la fuerza muscular, además de que aparecen las características sexuales. Todo esto provoca que al alumno su esquema e imagen corporal nuevos le resulten extraños(…) “nuevo cuerpo” que tiene que aprender a conocer y dominar y el judo es un deporte excelente para que esto ocurra ya que hay un gran trabajo de coordinación en muy diferentes posiciones(…) fomentando el conocimiento del cuerpo tanto del mismo como del compañero mucho más que otros: el tocar a otros , tocarnos, empujar(…).

Asimismo, para aquellos amantes de la competición, pues esta es un aspecto atractivo en todos los deportes, el judo también le reserva su ladito. Awazu (1959) citado por Miguel Villamón, Vicente Carratala y Carlos Pablos(1995) en “ Judo tradicional, judo de rendimiento y judo para todos: tres orientaciones” comentan que: El objeto de la competición es probar el espíritu, el físico y la técnica formados por el entrenamiento habitual. La competición es el control único del estado del practicante desde estos tres puntos de vista. El verdadero fin de la competición no es la victoria, es la prueba que permite comparar al practicante con los otros y con lo que era el mismo”; algo que nuestro deporte facilita armónica y distendidamente.

Para finalizar Guillermo Torres Casado y Josep Lluis Castarlenas (2004) Llorens en “Deporte estilo de vida activo y población: consideraciones a través del judo” argumentan que la disminución de la actividad física va instaurándose a medida que aumenta el desarrollo industrial(…)por tres motivos: la disminución de la demanda del trabajo físico en la actividad laboral, el aumento del transporte mecanizado y el incremento de la oferta de ocio pasivo. El sedentarismo, ha marcado un cambio brusco dentro de la especie humana, al que hay que añadir que la falta de ejercicio físico , produce cambios fisiológicos equivalentes a los que se presentan con el envejecimiento perturbando una gran serie de patologías.

La práctica deportiva controlada llevada con el más completo rigor, nos puede ayudar a conseguir un cuerpo saludable y sano, con lo que las actividades deportivas pueden ofrecer un amplio y variado grupo de prácticas saludables siempre y cuando se adapten a las características de la población. Por ello, el judo, como siguen explicando estos dos últimos autores, tras tan elocuente argumentación, ya sea desde el punto de vista del deporte para todos o bien al conocido más puro estilo tradicional competitivo lo podemos plantear como una propuesta de actividad física para contribuir a fomentar la salud y el bienestar. Un recurso social adecuado para el fomento de la realización de ejercicio físico y una opción más al servicio de un estilo de vida activo .

 

 

Hugo Giménez Cárdenas
Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte
Especialidad deportiva en judo